Planeando para la universidad de mis hijos

Una de las principales motivaciones para los padres es dar a sus hijos las herramientas para que puedan tener un futuro prometedor dentro de un mundo cada vez más complejo. Esto involucra darles una buena educación formativa y profesional, pero también las experiencias que formen su carácter y resiliencia. 

¿Por qué hacer un plan de ahorro educativo?

Para pagar la educación universitaria de nuestros hijos. Cierto, pero no es la única razón. Tal vez el mejor motivo sea poder anticiparse y ser previsores. Hay padres que creen que incluso más importante que la carrera profesional es el poder darles a sus hijos una estancia en el extranjero para aprender de otras culturas, perfeccionar un segundo o tercer idioma y desarrollarse más integralmente. Otros creen en entregarles una suma de dinero que puedan usar para emprender o comprar su primera casa. Motivaciones hay muchas, aunque todas tienen en común el amor a los hijos y el querer darles una ventaja para que construyan una vida de bien. 

Otra razón crítica para tener un plan integral de ahorro educativo es no dejar de lado los riesgos de la vida como el fallecimiento prematuro de uno o ambos padres. Podemos ser previsores e incluso disciplinados al abrir una cuenta de ahorro e inversión para nuestros niños pequeños, pero si fallecemos a los pocos años, esa cuenta seguramente dejará de recibir depósitos. Por eso es crucial tener un seguro de vida que blinde y garantice la seguridad financiera de nuestros hijos, asegurando recursos que alcancen hasta que terminen su educación profesional. 

“Es mejor anticiparse y pagar la universidad a lo largo de 18 años que esperar al primer semestre de universidad para saber si nos alcanza.”

Las principales razones para comenzar un plan integral de ahorro educativo:

  • En México las colegiaturas de universidades privadas aumentan a un ritmo cercano al 10% anual.
  • Crear un capital para la formación profesional de nuestros hijos (universidad).
  • Crear un capital para las experiencias de formación de nuestros hijos (años sabáticos, intercambios en el extranjero, viajes).
  • Crear un capital para apoyar los proyectos de emprendimiento o vivienda de nuestros hijos.
  • Acumular las sumas importantes de dinero que se necesitarán a lo largo de varios años y no esperar al primer semestre o el momento en el que ya no se tiene “margen de maniobra”.
  • Aprovechar el tiempo disponible para beneficiarse invirtiendo el ahorro, manteniendo así su valor adquisitivo y generando rendimientos a través del interés compuesto.
  • Tener acceso a un seguro de vida temporal que asegure el bienestar y oportunidades de nuestros hijos, incluso si ya no estamos presentes.
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¿En qué tipo de plan o instrumento debo ahorrar?

La primera consideración es que el mejor esquema será aquel que nos ayude a “hacer que suceda” ese ahorro para el futuro. Tristemente este es uno de los temas “importantes” en los que millones de padres procrastinan y no toman acción a tiempo. Entre más tarde iniciemos el ahorro e inversión para la educación de nuestros hijos, mayor será el monto que tendremos que separar cada mes. Para ejemplificar este punto consideremos que unos padres que inician el ahorro cuando su hija tiene 3 años estarán cubiertos separando 300 USD al mes, pero si esperan a que tenga 15 años de edad, necesitarían separar alrededor de 1,800 USD al mes para que puedan pagar una universidad privada de prestigio en México o América Latina.

Pasando de lleno al tema sobre las mejores opciones de ahorro, se deben tomar en consideración factores como: plazo o tiempo restante para el inicio de la universidad o intercambio, presupuesto mensual disponible, valor futuro de las colegiaturas considerando la inflación del sector, y finalmente la tasa de rendimiento que se pueda lograr invirtiendo el ahorro. Con base en nuestra experiencia e investigación, hemos encontrado que las siguientes alternativas podrían ser excelentes opciones para el ahorro educativo:

  • Portafolios de ETFs y fondos mutuos. La mezcla entre renta variable y renta fija dependerá del tiempo faltante para usar esos recursos. Idealmente que estén emitidos en monedas fuertes como dólares o euros.
  • Planes de anualidades que sigan índices bursátiles (ejemplo: S&P 500 o MSCI EAFE) y que tengan protección de capital por bancos con gran fortaleza financiera. Emitidos en monedas fuertes.
  • Seguros de vida indexados de bajo costo y con protección de capital (no todas las opciones son buenas para los clientes). Buscar que estén en monedas fuertes como dólares o euros.
  • Inversión en bienes raíces. Puede funcionar si se tiene un plazo largo y mucho presupuesto, pero hay mayor riesgo de liquidez insuficiente a la hora de necesitar los recursos.
  • Seguro de vida temporal de bajo costo para complementar el esquema de ahorro e inversión en caso del fallecimiento de uno o ambos padres. Se recomienda contratarlo en dólares o UDIS y con rentas familiares.

Por otro lado, se recomienda evitar: seguros educativos tradicionales, cuentas de ahorro en monedas locales, pagarés o certificados bancarios, acciones en directo, criptomonedas y otros activos que no puedan superar la inflación a largo plazo, que sean muy riesgosos o que tengan poca flexibilidad. 

Ejemplo de las estrategias mixtas que recomendamos (separar ahorro del seguro de vida):

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Un índice como el S&P 500 puede ser una excelente opción para ahorrar e invertir a largo plazo.

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¿Cuánto debo ahorrar en mi plan educativo?

Este es uno de los pasos cruciales a la hora de contratar un plan o seguro de ahorro educativo.

De acuerdo con nuestras estimaciones para el año 2035 una carrera profesional en una universidad privada prestigiosa en México y América Latina costará entre 75 mil y 100 mil USD. Empezando 15 años antes seguramente sería suficiente separar 300 USD por mes, pero cada año que se retrase el proyecto de acumulación, habría que sumar entre 75 USD y 150 USD más al monto mensual que se destine. 

Un método simple sería dividir el valor futuro del costo total de la carrera o experiencia en el extranjero entre los años y meses faltantes. Este monto podría ser incluso menor si se espera un retorno promedio anual por invertir el ahorro. Es aquí donde el interés compuesto y un buen asesor, pueden hacer una enorme diferencia. 

¿Cómo elegir a la institución financiera?

El principal factor que cuidar cuando uno elige la compañía es su fortaleza financiera. Es fundamental elegir una institución, ya sea nacional o internacional, que tenga finanzas sólidas, un fuerte marco regulatorio y trayectoria en el mercado. Por eso es importante preguntarle al agente o asesor sobre las calificaciones de la organización que recomienda (por ejemplo, las que otorgan AM Best o S&P), cuánto tiempo tienen operando, su jurisdicción y la experiencia que ha tenido al realizar trámites. Cuando se compara entre dos instituciones con fortalezas financieras similares, se debe descartar con otras variables como costo, calidad de los productos, eficiencia en los trámites y cuidado de datos personales.

Gracias a la globalización hoy es fácil contratar productos financieros en otros países. En muchos casos esto permite al cliente ahorrar e invertir con compañías de primer nivel en jurisdicciones sofisticadas, con fuerte estado de derecho, mayor confidencialidad y con costos considerablemente menores. Estas opciones deben analizarse investigando a profundidad y entendiendo que las implicaciones fiscales y/o legales para el contratante o los beneficiarios seguramente serán distintas a las de su país de residencia. 

¿Necesito un seguro de vida en un plan de ahorro educativo?

Definitivamente. Pero no el seguro de vida que la mayoría de los vendedores de estos productos ofrecen. Nuestra recomendación es separar el ahorro/inversión de la protección por fallecimiento y por eso aconsejamos contratar un seguro de vida temporal. Primero hagamos la justificación de la necesidad de un seguro de vida.

 

Imaginemos el caso de un matrimonio que tiene una hija pequeña de 2 años. Ellos ganan más de 150 mil USD anuales como pareja y en una chequera separan 500 USD al mes para la universidad de su pequeña, teniendo ya un total de 12 mil USD ahorrados. Sin embargo, ambos padres mueren en un accidente de auto y su hija queda al cuidado de sus abuelos maternos, mismos que no tienen suficientes recursos para seguir aportando los 500 USD al mes. Esta tragedia afectará radicalmente el futuro de la pequeña pues no tendrá la calidad de vida que sus padres podían financiar. ¿Qué podrían haber previsto? Tener un seguro de vida temporal de bajo costo que entregara 1 millón de dólares al momento de las muertes y rentas de 25 mil USD anuales a la pequeña y sus abuelos por 20 años. Esto habría asegurado que su hija mantuviera la calidad de vida que ellos querían para ella. 

 

Para tener más información detallada sobre seguros de vida temporales, les recomendamos la Guía del Seguro de Vida Temporal de Castro Seguros.

 

A forma de resumen la recomendación de este tipo de seguros se justifica en las siguientes razones:

  • Primas baratas o accesibles a cambio de un monto ($) grande de protección.
  • Poder elegir el plazo de acuerdo con objetivos y necesidades.
  • Son pólizas mucho más transparentes y fáciles de entender.
  • Los temporales suelen ser una excelente opción para cualquiera, en cualquier momento por su flexibilidad.
  • Pólizas ideales para quienes emprenden un negocio o adquieren deudas como hipotecas.
  • Ahorran muchos de los costos de otros tipos de seguros de vida y esto permite invertir más en mejores instrumentos de acumulación. 
  • ¿Cambio de opinión? Muchos de los seguros temporales son convertibles a otros tipos de seguro de vida.

 

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¿Cuál es el proceso para contratar un plan de ahorro educativo?

A nuestros clientes y asegurados recomendamos seguir los siguientes pasos para que el proceso sea productivo para ellos:

  1. Tener una sesión de consultoría en Planeación de Ahorro Educativo. En esta reunión (presencial o virtual) con el consultor financiero se deben definir los objetivos por los cuáles se busca tener el plan, así como el presupuesto, plazos y condiciones especiales que busca o tenga el cliente. Aquí deben despejarse muchas de las dudas iniciales.
  2. Con la información del prospecto, el consultor debe buscar alternativas y propuestas, que pueden variar en tipo de producto o compañías, pero que se ajusten lo más posible a los intereses del cliente. Es positivo tener opciones que permitan comparar.
  3. Una vez que se hizo un buen análisis y comparativo de las propuestas es momento de elegir la que se defina como mejor para los intereses del cliente. Vendrá el proceso de suscripción que inicia con el llenado de una solicitud. Es importante ser precisos y honestos con los datos que se solicitan y estar bajo la guía del consultor.
  4. Se debe hacer la entrega de solicitud y documentos correspondientes del cliente a la compañía. Comenzará la revisión administrativa, de riesgos y compliance. 
  5. Es posible que la compañía solicite hacer exámenes médicos al propuesto asegurado si eligen la opción de tener un seguro de vida temporal adicionalmente al ahorro. 
  6. Emisión y pago de la póliza. 
  7. Acceso web al portal del cliente para que pueda ir monitoreando su plan.

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